domingo, 28 de abril de 2013

Todos somos, productos de circunstancias ....

Hace años conocí a alguien que decía, nunca te despidas sin decir un te quiero, nunca dejes para mañana un problema que puedas solucionar hoy.
Todos somos producto de unas circunstancias, una misma situación, depende desde que lado la mires, tiene  arreglo o simplemente le ponemos un parche como a los flotadores.
La vida nos pone a gente en nuestro camino, unas veces para hacernos crecer y otras para ver lo afortunados que somos al tener criterio propio.
Hoy me he acordado de este amigo, un tío excepcional, una gran persona, un tío "duro" que derramaba lágrimas el día que vio nacer de nuevo a su hijo después de un accidente, solo decía, y estamos enfadados!! lo ultimo fue discutir!! abrazo a ese niño como si fuese un recién nacido, te quiero hijo, te quiero mas que a mi vida y lo ultimo que oíste de mi boca fue llamarte egoísta...... lloraba con tal pena, rabia y desesperación que conmovía a todos los que nos encontrábamos con el.
Hoy me acorde de ti amigo mio, hoy, ayer, y días pasados te tengo presente, a mis hijas, a mi padre o cualquier persona que tengo alojada en mi corazón... le digo te quiero cuando cuelgo, porque es lo que quiero que recuerden si soy yo quien se va, o ellos los que me dejan.....
Es mas fácil sacar un bulo, hacer crecer una mentira que reconocer cuando se falla, es de humanos equivocarse y de valientes reconocerlo, de la misma forma que cuando tú, amigo mio, viste las orejas al lobo y se te borro todo, hoy doy las gracias por cruzarte en mi vida, por darme tanto a cambio de nada y sobre todo por hacernos participar de tu "tengo razón" al  " por eso no merece la pena enfadarse"


 Antes de juzgar calcemos los zapatos del otro.



4 comentarios:

  1. Me ha gustado tu relato...!!! es una ley de la vida...que no todos tienen presente...!!!

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  2. Mi último encuentro con la de la guadaña fue las navidades pasadas cuando murió una amiga en un accidente de moto... y yo estaba enfadado por una soberana gilipollez con su marido que, gracias a dios, salió ileso, cuando recibo el aviso del fallecimiento quise llamar a mi amigo pero pensé que no estaría para atender llamadas de nadie así que le envié un mensaje en el que le decía que en esas circunstancias lo único que importaba era él y que podía contar conmigo para lo que precisase, su respuesta fue a través de otro mensaje escrito durante la noche del velatorio, delante del cuerpo de su mujer fallecida y en el que me decía con las palabras mas duras e inhumanas que no apareciese por allí, conservo y conservaré ese mensaje para recordar cada día la miseria y la maldad humana y para no permitirme caer nunca ni en el odio ni en el deseo de venganza.

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  3. No sabes como lamento leerte esto amigo Ledesma ... un abrazo

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